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¿Por qué es
importante la escritura espontánea en el
nivel preescolar?
Al
permitir que el
niño escriba de
una forma espontánea, el tendrá la oportunidad
de dar un buen inicio a su
proceso de escritura, ya
que se ayudara a que
siga por cada una
de las etapas que
según Emilia Ferreiro el niño debe pasar: pre-fonética
(pre silábica), fonética (silábica, silábica-alfabética, alfabética), viso
fonética (ortográfica).
La escritura
debe ser tomada
por el niño
como forma de expresión. Donde sin
desconocer los saberes previos que tiene, se le
debe motivar para que comprenda
su expresión gráfica con una escritura
espontanea, realizando una
serie de
actividades donde plasme de manera sencilla lo que
entiende de algo, lo que
observa de una imagen, lo que comprende
de algo leído o lo que quiere
expresar a alguien, esto ayudara
a que
dé inicio a
la escritura convencional y no entre al
mundo de la
letras de una forma forzada.
También
el estudiante reconocerá
la importancia que tiene la
escritura ya que
entenderá que por
medio de ella
puede expresar y plasmar
todas sus ideas,
emociones y sentimientos y que sus
pensamientos perduren por mucho
tiempo.
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¿Cómo potenciar los
procesos de adquisición de la lengua escrita?
Las producciones
e interpretaciones que los niños realizan, así como las diversas preguntas y conceptualizaciones
que formulan acerca de lo que se escribe y lo que se lee, son indicadores que
nos permiten comprender los diferentes momentos evolutivos que constituyen el
proceso de adquisición de la lengua escrita.
Estudios realizados
sobre dicho proceso muestran que cuando los niños ingresan a la escuela ya han
iniciado el trabajo de reflexión sobre la lengua escrita, ya que en la sociedad
actual los textos aparecen en forma permanente en el medio: propaganda en la
calle y en la televisión, periódicos, revistas, libros envases de alimentos, de
productos de limpieza, etc.
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¿Cuál es el
compromiso del maestro en la formación de escritores?
La formación
de lectores y escritores autónomos es una de las metas fundamentales de la
educación en virtud de los aportes que la lengua escrita ofrece al desarrollo
humano y por las construcciones que, a partir de este aprendizaje, puede el ser
humano alcanzar. El logro de esta meta depende de una serie de mediadores y de
espacios en los que se propicie el acercamiento a este objeto de conocimiento,
entre ellos están la familia como el entorno primigenio en el que el niño y la
niña pueden experimentar con la lengua escrita, la sociedad alfabetizada en la
que se establece un contacto permanente y natural con este objeto de
conocimiento y finalmente, pero no menos importante, la escuela, institución
encargada de sistematizar el conocimiento que en torno a la lengua escrita han
construido los niños y niñas antes de ingresar a sus aulas de clases.
El docente es
en la institución escolar el miembro más cercano al niño y a la niña, quien
cada día tiene la oportunidad de conocerlos, de orientarlos, de canalizar sus
inquietudes, de ofrecerles afecto, de escuchar sus historias, de atender sus
dudas. El docente es para el niño y la niña un ser especial con quien
establecen importantes relaciones y nexos que a lo largo de los años no se
olvidan, que se recuerdan aún en la edad adulta. El docente sirve de modelo y
es el referente más importante para el niño y la niña que asisten a la escuela.